Sarkadria: Sueño del ave

Y quisiera soñar ser grande y abarcar el mundo entero, con las corrientes del mar llegar a lugares donde sólo imaginamos los de mi especie. Saltar de roca en roca descubriendo manjares y velar porque las crías nazcan sin peligro.

Pero no puedo.

Y quisiera que el hombre no nos elimine solo por placer, para así no tener que cuidarnos en el vuelo, evitando los peligros de acercarnos a ellos, sin temor a que nos peguen, nos capturen, nos usen para adorno o comida.

Pero no puedo.

Y quisiera que las plantas crezcan libres, que se expandan hasta donde puedan, que allí vivan los animales de la tierra, sin que nadie, más que entre ellos, se coman. Hay un orden y ese orden se conserva, así lleguen grandes lluvias, así lleguen tiempos de seca.

Pero no puedo.

Y quisiera que las montañas sigan con hielo, que los ríos traigan agua y no se los mate, que en los océanos no floten restos que asesinen, que no arrastren en redes a aquellos que después ni para alimento servirán.

Pero no puedo.

Y quisiera que los humanos no compitan contra nosotros, que dejen de matar lo poco que queda, que no usen a su gusto la tierra, como si de un basurero se tratara. Cada día los veo caminando hacia donde ni siquiera ellos saben.

Pero no puedo.

Y quisiera poder mirar en el futuro y encontrar aquella paz, si alguna vez habrá, para poder adelantarla, contarle a los hombres el cómo lograrla y que sanen sus heridas.

Pero no puedo.

Porque para los hombres solo soy un animal sin alma, que no piensa, que no sueña, un objeto nada más.
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Por: Sarko Medina Hinojosa

Poema: Soledad en tu piel

Para que quieres que

te diga que te amo

más que a la carne

que me cubre, que te

alimenta la pasión,

que me cobija en la

noches sin ti, que me

transforma en

este esperpento

llamado humano, que

descansa después

de caminar por la

ciudad, que alimento

con raciones de

economía y cáncer

a distancia, que

se levanta día a

día a buscarte, que

se emociona

gallinaceamente al

tocarte, al sentirte y olerte, al

penetrarte y absorbente, que

te amo más que este envase

superficial que amas cuando

esta limpio y adoras cuando

se mezcla con tu sudor,

examinas en las noches

de tu vigilia y besas sin

que me de cuenta en las

madrugadas de tus huidas

 impiadosas…

Para que quieres que jure

que te amaré hasta la

putrefacción de esta materia

que me restringe las alas

que tengo para elevarte por

los cielos purpurados de

la guerras cotidianas y

tormentosas de los pueblos

que vanaglorian al ser humano

y no comprenden que en ti

está la magia del amor completo,

más, aún insistes en que haga

juramentos, mezcle mi sangre

con la tuya y haga una pira de

cuerpos al sacrificio de tus

pechos de ensalmo y turbia

materia que me enloquece

cuando intento responder que

no es necesario decirte que te amo.

Pero no me entiendes y aún pugnas

por boquear aire mientras te

entierro en mis ansias de fundición,

en esta decisión completa de fundirme

piel con piel en ti y para ti porque ya

no soporto tu pregunta sobre mi amor,

si por ti estoy matándonos a los dos en

este momento en que, nuevamente,

se juntan las estrellas con los altos

pinos de este bosque que servirá

de tumba abierta al juramento

que te hice de responder tu pregunta

cuando estemos más allá del umbral

de la soledad de tu piel…  

#Sarkadria

Por: Sarko Medina Hinojosa