El Secreto

Imagen

Es un anciano extraño, siempre sentado en esa banca del parque, alimentando a las palomas con migas de pan. 

Desde que tenemos memoria lo hemos visto, en las tardes en que jugábamos a la pelota, ya estaba. 

Siguió allí cuando nos enamorábamos con palabras aprendidas en la tele en las tardes de manzanas acarameladas. 

Estuvo cuando paseamos a nuestros hijos, para mostrarles lo bellos que nos salieron a los demás vecinos. 

Se mantuvo firme sin decir palabra ante nuestras insistentes preguntas, cuando ya maduros, nos reuníamos para hablar de política y quejarnos de los cambios adolescentes de los vástagos. 

Sigue allí y nosotros, ya arrugados y débiles, cada tarde de domingo nos sentamos junto a él y en silencio, alimentamos a las palomas con migas de pan, creyendo que en ello está la clave de su vida eterna.

2 comentarios en “El Secreto

    • Muchas gracias Iraultza Askerria por comentar este pequeño relato, y sí, la inmortalidad, viejo sueño de los hombres, pero que ciegos al no ver que nuestra propia vida, segundo a segundo escribe su propia historia inmortal, un gran abrazo!!!

      Me gusta

Deja un comentario